Por Marcelo G. Pose
Aquello que utilizamos diariamente para comunicarnos vino a sustituir las interacciones cara a cara, en la calle, los clientes y el mercado. Se ha potenciado por tanto el carácter fluido de las relaciones donde antes primaba la presencialidad . ¿Qué efectos tiene esta migración? ¿ Se ha potenciado nuestro nivel de responsabilidad individual respecto a la construcción de una sociedad mejor o en cambio se ha diluido la responsabilidad?.
Un pequeño viaje sincronírico
Después de todo, ¿un retrete desnudo en un descampado no es la metáfora exacta para representar la intermediación individuo- dispositivo-redes?. He aquí el mensaje.
Esta vez, el dispositivo consiste en un banco convenientemente acondicionado con un agujero donde sentarse cómodamente a la vista de una hermosa pradera en los límites de la villa, bastante expuesto, pero cómodo ( no es exacto el de la imagen que genera la IA). En fin, yo estaba allí y convenía cumplir la tarea cuanto antes y retirarse, no sea cosa que… efectivamente, dos señoras se sentaron alternativamente en los lugares que había a mi lado. Las acompañaba una niña que permanecía de pie frente a su abuela. En ese preciso momento me sentí constreñido. Corrobore que mis pantalones cubriesen lo más posible lo que quedase expuesto de mis partes. En fin, la misión se realizó con éxito.
¿Sectarismo o comunidad?
La protesta de Bauman respecto a que “la nuestra es una época proclive a los chivos expiatorios …[en] un espacio público ominosamente vacío” me parece pertinente. Hasta este momento, venimos resistiendo el ostracismo y la cancelación de una época donde particularmente algunos «tipos» (léase, varón, blanco, hetero) vienen a padecer en si mismos, la carga de todas las contradicciones sociales.
Los críticos de la cultura hegemónica se han venido agregando a una espesa espiral de silencio como la descrita por Elisabeth Noelle-Neumann. Una nube que, una vez cristalizada, cae en forma de gruesas granizadas anti-mainstream.
Aunque se continúe negando la “gravedad” del atropello, cuando sembraron vientos, ¿acaso no pronosticaron cosechar tempestades?. Así lo hace notar Ulrich Beck » los riesgos afectan más tarde o más temprano a quienes los producen o se benefician de ellos.. los propios actores de la modernización caen de una manera enfática y muy concreta en el remolino de los peligros que desencadenan y de los que se benefician».
No niego que, algún día, podamos convertirnos en «lo que sea».
La crítica, otrora bien conceptualizada, se había transformado en la última década en actividad de alto riesgo. Hoy, nuestro silencio se resquebraja a la luz ( otra vez) del avance del debate de ideas. Sin embargo, ( mal pese), el espacio de expresión por excelencia son las redes sociales y además las decisiones 2024, ya están consumadas.
Esto conduce a que, – parafraseando a Bauman-, nuestra crítica, por así decirlo, quizás ya «no tiene dientes».
El efecto circular
Como es bien sabido, las tecnologías de información y comunicaciones han generado la capacidad de cambiar los modos de producción acelerando los procesos de toma de decisión e influyendo en las conductas de consumo. El efecto endogámico que estamos notando a raíz de las nuevas tecnologías sobre la cultura también puede ser traspolable al entorno. Quizás todavía no somos plenamente conscientes de ello.
Ciertamente, las deposiciones o externalidades que son los costos ocultos del crecimiento económico, son diferidos tanto a consumidores -debido a las asimetrías en la información- como al medio ambiente que, en ultima instancia es depositario de toda la carga de los procesos que al fin, volverán como un bumerang para afectarnos íntimamente.
Nuestra conducta, regida por necesidades de todo tipo, desde las mas elementales a las mas complejas tendrá un efecto a la corta o a la larga sobre nosotros mismos. Nuestras necesidades de intercambio social o económico regidas hoy en día por los dispositivos tecnológicos -entiéndase, comunicación, intercambio y reproducción- no son en definitiva diferentes a las mas básicas si tenemos en cuenta sus efectos en el sistema y, también es razonable que existan deshechos como los tiene cualquier actividad vital.
Teniendo en cuenta tal circularidad ¿Cuál seria entonces el efecto de la ansiedad de poder de los instrumentalizadores sociales que emiten directrices e interpretaciones sobrecargadas de pulsiones particulares?. ¿ Quien o quienes pueden abrogarse el derecho de modelar la sociedad sin considerar cualquier objetivo ultimo que no sea el acrecentamiento de una conciencia integrada con el medio ambiente, cosmos u orden natural?
Como resultado del divorcio entre el sistema político abandonico y la sociedad se produce lo que según algunos autores es el actual » daño cerebral». Este se profundiza por la cultura de la prosperidad y nuestra compulsiva sed de entretenimiento donde deberían prevalecer el genuino interés por el desarrollo humano, el perfeccionamiento del individuo y del ser social.
@winmarcelopose